martes, 7 de abril de 2015

Gracias por nada.

Gracias por nada.

Deja que me explique. "Nada" es actuar con naturalidad, sin esforzarte y conseguir, con tan poco, hacerme sonreír. "Nada" es sonreírme de manera sincera. "Nada" es hablar des preocupadamente sobre todo y sobre nada como si hubiéramos sido amigos toda la vida. "Nada" es crear un secreto solo nuestro, . "Nada" es hablar hasta que las palabras, entre caricias, devienen bostezos y los bostezos sueños. "Nada" es conseguir que olvide mis pesadillas y mis miedos. "Nada" es apoyar tu cabeza en mi hombro sin que ésta me pese. "Nada" es hacerme perder la noción del peor de mis miedos, el tiempo. "Nada" es haberme descubierto ya tu parte más dulce, la más apasionada y la más oscura. "Nada" es dejarme conocer tu pasado mediante la poesía. "Nada" es conseguir extraer gotas de ilusión de un ser al que ni exprimiéndose era capaz de encontrar un ápice de ella. "Nada" es darme un abrazo que haga olvidar mi alrededor por un segundo. "Nada" es divertirme cuando delante de nosotros hay imágenes que deberían aterrorizarnos. "Nada" es pararme los pies cuando voy a dar un paso rápido que puede ser en falso. "Nada" es mentirme descaradamente con voz inocente y ojos sonrientes aun sabiendo que no voy a creerte. "Nada" es todo. 


Gracias por nada.

A golpe de recuerdos.



Siento que voy a explotar. "No debiste decirme hola". "Prefiero morir joven que vivir la vida sin ti". "Eres mi opuesto pero también mi paz". "Aún recuerdo la primera vez que me dijiste te quiero, con las manos en mis caderas y la mirada clavada en mis ojos. Desde ese momento supe que no me dejarías escapar". "Siempre es un buen momento para probar de tus labios su sabor". "He amado a otra persona con todo mi corazón, y eso para mi siempre ha sido suficiente". Palabras. Antes bálsamos. Ahora puñales. Hechos. Antes recurrentes. Ahora desaparecidos. Recuerdos. Antes dibujaban sonrisas. Ahora las borran. Soñar. Antes realidades al alcance de mi mano. Ahora utopías. Vitalidad. Antes desbordante sólo con sentir el roce de tus dedos sobre mi mano. Ahora no la encuentro 


Falsa libertad

Hola. Qué tal. No me cuelgues. No me des con la puerta en las narices. No me digas que me vaya con la música a otra parte. Vengo en son de paz. Mi carta de presentación es la sinceridad, te lo digo sinceramente. Vengo de una secta: "La falsa libertad". Vengo a meterme en tu vida. La mía es aburrida y está vacía, así que quiero destruir la tuya. ¿Qué haces? ¿Cómo? ¿Con el amor de tu vida? ¿Con 20 años? Vaya cárcel. Si, claro, es la llave de tu libertad... No, no, no. Es tus grilletes. Eres muy joven. Sal por ahí. Disfruta de la vida. Sé libre. El amor no existe. Ya verás. Pregunta por ahí. ¿Ves? Tengo razón. Déjate de amores y goza. El amor no sirve para nada en este siglo. ¿Que pasas buenos momentos a su lado? Espejismos. Lo que te interesa de verdad es estar en modo solitario y libre, reflexionar un poco sobre tu vida. Encontrarte a ti mismo. ¿No sabes ni lo que significa esto último? Da igual, hazlo. ¿Como que te gusta ser dependiente de alguien? ¡No, no, no! Olvídate de eso. ¿Cómo va a ser eso amor? Depender de alguien, compartir todo con alguien... Qué asco. Tu has de ser independiente. Sólo así serás feliz y libre. Te lo repito por si todavía no te he enjuagado suficiente el cerebro: el amor no existe. Entonces, ¿te unes a mi secta? Serás libre. Perfecto: te doy la bienvenida. 


jueves, 29 de enero de 2015

La mayor pesadilla en vida: no sonreír

Para él no era habitual asistir a clase. Sin embargo, después de aquella larga noche, durante la cual se desveló seis veces con el mismo bonito sueño que devenía una pesadilla al despertar, necesitaba salir de casa, aunque fuera a dormirse en un viejo e incómodo pupitre de la universidad de una clase que ni siquiera fuera la suya. Mientras se duchaba, se percató de que no le hacía falta dormirse para ver esas imágenes que tanto le habían hecho sonreír y ahora tanto le herían: bastaba con cerrar los ojos. El manto de agua que había recibido no era capaz de borrar los rasgos de un rostro que emanaba la tristeza de un corazón destrozado. De repente recordó que había olvidado la última vez que había sonreído sinceramente.

Tú.

Se alejaba calle abajo. Y él, parado como un corazón que ha agotado todos sus latidos, sentía como su felicidad se alejaba con ella. No sabía qué iba a decirle. Solo sabía que no quería perderla. Así que echó a correr tras ella.
- Olvidar esa esencia no entra en mis planes. Si tú quieres olvidar la mía, tendré más trabajo, pero el mismo objetivo: que me sientas tuyo, que me veas exclusivo, que me imagines cuidando de nuestros bebés. Tú, mi eterno misterio que jamás acabaré de descubrir, mi futuro exclusivo y presente inquietante. Tú, mi inagotable inspiración, mi deseo más profundo. Tú.

Amar debe tirar por la borda los "pero"

- Pero...
- No. Me niego. No puedo aceptarlo. No lo concibo. No me puedo creer que puedas siquiera pensarlo. Es imposible. No me entra en la cabeza. Hasta un ciego podría verlo. Va contra mis principios. No hay peros que puedan derrumbarlo. Ni miedos. Ni palabras. Ni feos. Ni payasos Ni retos. Ni distancia. Ni discusiones. Ni pintamonas. Ni recuerdos desmemoriados. Ni hienas. Ni cerdos. Ni cerdas. Ni llantos. Ni alcohol. Ni sueños ni pesadillas. Ni canciones. Ni consejos. Ni risas. Ni reuniones. Ni trabajo. Ni ganas de olvidarte. Ni noches en vela. Ni velas encendidas que iluminen mi futuro. Ni paciencia. Ni retiro físico o espiritual. Ni palabras vacías. Ni desengaños. Ni pasotismo. Ni miradas. El amor es un arte. Y yo soy docto. Te amo.

Sin límites, por favor. Reírse de uno mismo, la mayor libertad,

"La libertad de expresión tiene límites", una de las frases más contradictorias que he oído en mi vida y que demuestra lo atrasados que algunos están a estas alturas.
En lugar de temer a los terroristas, que es justo lo que los hace más fuertes, ¿por qué no haber aprovechado ese ataque sin fundamento -aunque algunos lo justifiquen, como nuestra Santidad- para mostrar lo unidos que estamos? No con pancartas de apoyo, que es como hacerlo desde casa, sin mojarse, sino "saliendo a la calle", que en este caso habría sido poniendo de portada viñetas de Charlie Hebdo sobre Mahoma en cada uno de los miles y miles de periódicos que hay en el mundo. Y abajo a la derecha, en pequeñito, un‪#‎JesuisCharlie‬.
Periodistas, durante vuestros años de carrera os enseñan a cambiar el mundo. No lo olvidéis. Hacedlo. El miedo no salva vidas; destruye la de los valientes porque destacan por ser diferentes.