jueves, 29 de enero de 2015

La mayor pesadilla en vida: no sonreír

Para él no era habitual asistir a clase. Sin embargo, después de aquella larga noche, durante la cual se desveló seis veces con el mismo bonito sueño que devenía una pesadilla al despertar, necesitaba salir de casa, aunque fuera a dormirse en un viejo e incómodo pupitre de la universidad de una clase que ni siquiera fuera la suya. Mientras se duchaba, se percató de que no le hacía falta dormirse para ver esas imágenes que tanto le habían hecho sonreír y ahora tanto le herían: bastaba con cerrar los ojos. El manto de agua que había recibido no era capaz de borrar los rasgos de un rostro que emanaba la tristeza de un corazón destrozado. De repente recordó que había olvidado la última vez que había sonreído sinceramente.

Tú.

Se alejaba calle abajo. Y él, parado como un corazón que ha agotado todos sus latidos, sentía como su felicidad se alejaba con ella. No sabía qué iba a decirle. Solo sabía que no quería perderla. Así que echó a correr tras ella.
- Olvidar esa esencia no entra en mis planes. Si tú quieres olvidar la mía, tendré más trabajo, pero el mismo objetivo: que me sientas tuyo, que me veas exclusivo, que me imagines cuidando de nuestros bebés. Tú, mi eterno misterio que jamás acabaré de descubrir, mi futuro exclusivo y presente inquietante. Tú, mi inagotable inspiración, mi deseo más profundo. Tú.

Amar debe tirar por la borda los "pero"

- Pero...
- No. Me niego. No puedo aceptarlo. No lo concibo. No me puedo creer que puedas siquiera pensarlo. Es imposible. No me entra en la cabeza. Hasta un ciego podría verlo. Va contra mis principios. No hay peros que puedan derrumbarlo. Ni miedos. Ni palabras. Ni feos. Ni payasos Ni retos. Ni distancia. Ni discusiones. Ni pintamonas. Ni recuerdos desmemoriados. Ni hienas. Ni cerdos. Ni cerdas. Ni llantos. Ni alcohol. Ni sueños ni pesadillas. Ni canciones. Ni consejos. Ni risas. Ni reuniones. Ni trabajo. Ni ganas de olvidarte. Ni noches en vela. Ni velas encendidas que iluminen mi futuro. Ni paciencia. Ni retiro físico o espiritual. Ni palabras vacías. Ni desengaños. Ni pasotismo. Ni miradas. El amor es un arte. Y yo soy docto. Te amo.

Sin límites, por favor. Reírse de uno mismo, la mayor libertad,

"La libertad de expresión tiene límites", una de las frases más contradictorias que he oído en mi vida y que demuestra lo atrasados que algunos están a estas alturas.
En lugar de temer a los terroristas, que es justo lo que los hace más fuertes, ¿por qué no haber aprovechado ese ataque sin fundamento -aunque algunos lo justifiquen, como nuestra Santidad- para mostrar lo unidos que estamos? No con pancartas de apoyo, que es como hacerlo desde casa, sin mojarse, sino "saliendo a la calle", que en este caso habría sido poniendo de portada viñetas de Charlie Hebdo sobre Mahoma en cada uno de los miles y miles de periódicos que hay en el mundo. Y abajo a la derecha, en pequeñito, un‪#‎JesuisCharlie‬.
Periodistas, durante vuestros años de carrera os enseñan a cambiar el mundo. No lo olvidéis. Hacedlo. El miedo no salva vidas; destruye la de los valientes porque destacan por ser diferentes.

martes, 13 de enero de 2015

Lo contradictorio de sentir.

Te odio por sentirte tan lejos, pero te quiero sentir cerca. 

Te odio por tu indiferencia. Pero te quiero decir que me encantaría ser la diferencia. 

Te odio por tus mentiras. Pero te quiero creer.

Te odio porque sonríes. Pero te quiero dar motivos para sonreir.

Te odio porque a veces discutimos como nunca. Pero te quiero siempre a mi lado.

Te odio porque estás ocupada. Pero te quiero robar todo el tiempo del mundo.

Te odio. Pero te quiero