martes, 22 de septiembre de 2009

Crítica sobre la primera injustícia observada: Impagos a los empleados de la empresa INOXCROM

INOXCROM: A merced de los antojos de su empresario.
Como siempre, quien nada en una bañera inundada de billetes suele ahogarse a causa de la codicia, la prepotencia y la por desgracia para este mundo capitalista superioridad que una alta economía otorga.
Un caso a modo de ejemplo lo tenemos aquí, en Cataluña, donde los máximos mandatarios de la conocida empresa INOXCROM se han permitido el lujo en las últimas semanas de despedir a más de la mitad de sus trabajadores sin pagarles indemnización alguna. Y no solo eso. Además, todos aquellos que no han sido víctimas de esta calamidad, los “afortunados” que no han sido elegidos para este Expediente de Regulación de Empleo, han sido sometidos a días de incertidumbre con respecto al cobro de su nómina, de su mensualidad, la cual también se negaban a pagar por falta de fondos (Sí, los pobres empresarios no tenían dinero para pagar, es una lástima). Y, aunque finalmente los trabajadores han recibido, tardíamente, su cobro en dos partes (primero un 60%, luego un 40%), nadie les asegura que el próximo mes vayan a recibir su merecido salario. Los despedidos sin indemnización continúan a la espera de recibir lo que les corresponde.
Lo que es aún peor es que parece que un vacío legal ampara a estos empresarios. Toda la clase obrera somos, por tanto, marionetas de cuatro millonarios que pueden ningunear nuestro trabajo hasta el punto de no remunerarlo sin recibir castigo alguno. Ahora bien, ¿Tenemos nosotros, la clase social más abundante del país, amparo a la hora de retrasar nuestras deudas si no nos pagan? ¿Podemos ir al banco y decir sin que suene chistoso que no vamos a ingresar la mensualidad de la hipoteca, de la luz, del agua o del gas? ¿Podemos ir a cualquier supermercado y decir sin que sea 28 de diciembre que, como este mes una de las empresas catalanas que recibe más pedidos no nos paga nuestro mes por falta de liquidez vamos a llevarnos lo que se nos antoje porque yo y mi familia necesitamos alimentarnos pero que no aseguramos que podamos pagar? Todos sabemos que la respuesta es no. Parece ser que ni un contrato indefinido te puede asegurar tu merecida indemnización. Como siempre, las leyes son como la ropa de sastre: hechas a medida para la minoría más rica.

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