miércoles, 23 de septiembre de 2009

Aquí viene la primera reflexión en clave de humor irónico que os presento... ¡Deseo que os guste!


Vivimos en un mundo plagado de mentiras. En la televisión podemos ver productos con los que conseguir por arte de magia un cuerpo atlético en tiempo récord, líquidos para olvidar de una vez por todas la calvicie, aparatos maravillosos con los que el vello corporal desaparece sin dolor alguno, tiras nasales venidas del mismísimo cielo para evitar que ronquemos e incluso bebidas que nos permiten volar o tener sueños cercanos al placer orgásmico. Y todo esto solo durante la escasísima publicidad que nos ofrecen las cadenas que vemos a diario (eso sí, quizás los anuncios sean más interesantes que algunos de los programas-bazofia que nos muestran dichas cadenas televisivas, pero eso es otra historia). Si nos fijamos en la programación digna que algunos canales emiten (es difícil encontrarla, lo sé, os pido un esfuerzo), encontraremos seguramente a altos mandatarios diciendo que bajo ningún concepto la guerra es a causa de los pozos petrolíferos del país atacado e incluso a un tipo de cejas arqueadas y lengua endiabladamente atractiva desmintiendo una crisis que lleva al paro a más de 6000 personas diarias en su país. En este mundo de chiste hay falacias en cualquier ámbito. No obstante, es en el entorno de las relaciones amorosas donde encontramos las mentiras más notables.
En primer lugar, hay diversas mentiras generalizadas en el terreno sexual de una relación. Todo hombre ha dicho o dirá alguna vez la famosa frase “tranquila, no te va a doler”. Asimismo, y en situaciones no demasiado alejadas, los seres de dos cerebros también dirán o han dicho cuando uno de sus cerebros se encuentra en boca femenina algo parecido a “chupa, chupa, que yo te aviso”. Las mujeres, tan inteligentes en la mayoría de situaciones, se dejan llevar por la pasión y creen erróneamente que ambas afirmaciones son ciertas. Eso sí, las mujeres no son las únicas crédulas en este asunto. Los varones somos capaces de creer las declaraciones de las féminas cuando dicen con semblante serio y carcajada interna que “el tamaño no importa” o, aún peor, la frase cargada de ficción y rabia contenida que asegura que “no pasa nada cariño, le puede ocurrir a cualquiera”.
En segundo lugar, las mentiras dirigidas mas directamente a los sentimientos, que son más abundantes y a la vez más crueles. Seguro que a todos se nos ha quedado alguna vez cara de memo al decir u oír “te quiero desde la primera vez que te vi”, una frase genial que lamentablemente (siento decepcionar a alguien por ahí) es incierta. Para justificar una injustificable infidelidad recorremos a menudo al estado de embriaguez: “estaba borracho, no sabía lo que hacía”. Yo respondería a una mujer que viniera con ese cuento de esta manera: “Además de infiel, alcohólica, menuda joyita me llevo”. Aún así, esta no es la peor de las mentiras que se pueden oír en el terreno sentimental. Las más ocurrentes aparecen a la hora de romper una relación. De esta manera, alguna vez nos veremos caer encima o saldrán de nuestra boca barbaridades tales como “te quiero muchísimo, pero no te merezco”, “te quiero mucho, pero como amigo”, o la más cruel: “dame tiempo, tengo que aclarar mis ideas”. Al oír estas patrañas tenemos que saber que el individuo o individua que las dice te quiere, sí, pero contra más lejos mejor.
En conclusión, pienso que ningún ser humano en la faz de la tierra se salva de haber dicho en alguna ocasión una o varias mentiras, sea por puro vicio, sea por exigencias de nuestro guión de la vida. Por lo tanto, si no podemos eliminar la mentira de nuestras vida – madres, amigos, parejas, presidentes del gobierno, nadie se salva - , ¿Por qué no tomárnoslas con humor?

2 comentarios:

  1. Buenas Xavi.
    No te puedo prometer que mirare cada dia tu blog a la espera de novedades, pero si que intentare seguirlo periodicamente para ver si me sorprendes (cosa que seguro conseguiras).
    Asi que deja de perder el tiempo leyendo estas lineas y ponte a crear otras, que aqui estaremos para leerlas.
    Ah, espero que te haya ido muy bien el torneo de pro, ya me explicaras.
    Carlos Pérez

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  2. Buena entrada, aunque algo tópica. Me gusta.
    Saludos.

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